Siguiendo el título cervantino, Miguel de Unamuno, después de haber publicado ya Abel Sánchez y Niebla, se reivindica ante sus críticos en el prólogo de esta obra, en la que se declara un escritor realista, narrando en su obra relatos de contenido moral y educativo.
Las tres narraciones breves que le siguen hablan principalmente de la soledad de sus personajes, de sus "luchadores" dice textualmente Unamuno, refiriéndose a su realidad, entendida como su psicología propia y única. Los relatos, por tanto, se basan en sus personajes centrales.
Los títulos de los tres relatos son:
- Dos madres
- El marqués de Lumbria
- Nada menos que todo un hombre
Siguiendo el título cervantino, Miguel de Unamuno, después de haber publicado ya Abel Sánchez y Niebla, se reivindica ante sus críticos en el prólogo de esta obra, en la que se declara un escritor realista, narrando en su obra relatos de contenido moral y educativo.
Las tres narraciones breves que le siguen hablan principalmente de la soledad de sus personajes, de sus "luchadores" dice textualmente Unamuno, refiriéndose a su realidad, entendida como su psicología propia y única. Los relatos, por tanto, se basan en sus personajes centrales.
Los títulos de los tres relatos son:
- Dos madres
- El marqués de Lumbria
- Nada menos que todo un hombre